En un edificio aparte de los dos que conforman el hotel, y anexo a la bodega, se encuentra un espacio exclusivo formado en su planta baja por el taller de cocina y en la superior por dos salas de reuniones, con capacidad para 16 personas cada una y que se pueden unir en una sola, creando así un gran espacio de 90 m2.
Cada sala cuenta con amplios ventanales que miran a la exuberante naturaleza de la zona.
En el taller de cocina, que se encuentra en la planta inferior, se pueden llevar a cabo cursos de cocina, así como catas de vinos.